| Uvita | Fecha: Sábado, 2011-12-03, 0:08 AM | Mensaje # 1 |
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| Un Ratico
Se aferraba al cuello del contrario como un naufragó a lo único que lo mantiene en flote, su amado exploraba su cuerpo, sus dedos recorrían esas zonas, como nunca nadie lo había hecho; solo con un roce de sus yemas hacían estremecer su cuerpo entero.
-que sensible eres- le murmuro a su oído. Piel a piel, sus almas se fusionaban en una sola, el objetivo de hacer el amor es ese ¿no?, ósea ya no solo es sexo cuando tienes a esa persona ideal. No saber donde comienza un cuerpo y termina otro.
Gemidos, jadeos invadían la habitación, la ficción al penetrarlo le daban un placer mutuo, estaba tan estrecho, que entre gemidos ahogados y besos, pronunciaba el nombre del contrario.
-Sa…Sakei… duele… ¡ah!- aunque doliera, su cuerpo estaba ardiendo, de alguna manera sentía que moría gracias a las caricias y esas miradas carnales, que le hacían avergonzarse.
Un gemido sofocado, su cuerpo se arqueo, sus brazos se soltaron del cuello y cayó a la cama, bajo cabellos pardos, estaban húmedos por el sudor que corría por su frente, lo había penetrado por completo, en ese momento se éxtasis los dos no soportaron mas, esa sensación tan fascinante, se volvía más intensa, el Castaño se aferraba a las sabanas, con sus ojos cerrado, se había vuelto una experiencia única y sin antecedentes.
Sakei lo veía con sus ojos azules, con solo una mirada, una de esas sensuales miradas, lograba calentar al castaño. Trato de omitir uno de sus gemidos, mordiendo su labio inferior, ya no soportaba mas, era muy intensa la situación
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Sakei acaricio la cabeza de Hideki, con esos azules ojos penetra su alma mientras duerme plácidamente en su regazo; Hideki es un joven de cabello y ojos pardos, de contextura delgada y de unos 26 años. Gracias a su trabajo, Sakei, conocía más de lo que quería y para sus 32 años, sentía que había logrado todas sus metas en el ámbito laborar y aun así había encontrado una parte que parecía imposible, la felicidad junto a alguien.
-emmm… ya es hora de bañarme- Sakei estaba atrapado entre un abrazo, del que no podía salir, el castaño se aferraba a su cuerpo con tanta necesidad.
-quiero tenerte un ratico mas junto a mi- respondió entre susurros. Dejo soltar sus brazos, dejándolo salir.
-te pedí que vinieras conmigo pero te reusaste- dijo irritado. Se sentó en el borde de la cama algo molesto por el comentario de Hideki. Un viaje importante había presentado, debía viajar este mismo día hacia indonesia, por cuestiones de trabajo, aunque deseara que el viniera siempre recibía la misma respuesta.
-en tu área laboral seré solo un estorbo- la respuesta esperada. Se acomodo, nuevamente entre las sabanas, cubriendo todo su cuerpo-es más divertido espérate e imaginar cómo reaccionaremos a nuestro reencuentro- dijo haciendo que sus mejillas se tornaran de un diferente color- además, es solo por un mes- añadió en un tono un poco nervioso.
-claro, si antes no me encuentro algo mejor- rio mientras el castaño se enojaba, era un poco celoso y eso le encantaba. Lo despojo de las sabanas que lo cubrían, dejando expuesto, su delgado cuerpo, algo sucio a causa de la noche anterior, se acerco con sus azules ojos, puestos en él y en su boca, roso sus labios con los de él, en su rostro pinto una picara sonrisa
-esperare con ansias nuestro reencuentro- busco su boca, para presionarla contra le dé el.
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