La Prisión Del Deseo
-Hoy, Solo Por hoy les traemos esta joya, de la música tributo a la gran banda española que hace honor al nombre de nuestro bar: “HEROES DEL SILENCIO”- hizo la introducción el dueño del local para luego decir- Denle un fuerte aplauso a Sesshomaru…
El cantante salio a escena, sus botas tejanas marrones hacían resaltar los remaches de plata, vestía una chaqueta negra, sus pantalones de jeans gastados en las rodillas.
Por un breve instante dio una mirada nerviosa al publico, y allí lo vio, un joven de, no menos veinte años, lo observaba expectante. Comenzó a cantar…
-Y por fin he encontrado el camino
Que ha de guiar mis pasos,
Y esta noche me espera el amor
En tus labios.-
El joven espectador lo observo detenidamente, esa piel blanca que resaltaba debajo de su chaqueta… Por instante le sobrevino una curiosidad… Tenía buena voz, asi que como seria escuchar sus gemidos de placer provocados por el mismo… Una sonrisa lasciva se dibujo en su rostro…
…
Después de terminada la canción, los aplausos no se hicieron esperar. El cantante luego de aquel reconocimiento, salio por detrás de la tarima, dando con un pequeño callejón; allí, en una de las paredes, vio recostado aquel hombre que había llamado su atención, noto como retiraba su cigarrillo de la boca para luego botarlo y sonreírle...
-De cada mirada, por dios,
Ardía el recuerdo en mi interior,
Pero ya he desechado
Por siempre la fruta podrida.
En la prisión del deseo estoy.-
En un segundo estaban los dos en un callejón.
-¿Cómo te llamas?- pregunto algo avergonzado el cantante, los amoríos de una noche no eran lo suyo.
-Inuyasha – respondio dando un ligero mordisco al cuello de Sesshomaru, provocando en este un ligero gemido –je, eres sensible ¿verdad?
-Si-respondio en un casi inaudible susurro.
Cargo al cantante, haciendo que aquellas finas piernas envolvieran su cintura. Después sus manos desataron desesperadamente los botones de la fina camisa, besando y marcando la piel que era descubierta.
-Y aunque deba cavar en la tierra
la tumba que sé que me espera,
jamás me vio nadie llorar así.-
-Eres delicioso, sabes- comento lascivamente mientras que mordía un pezón
- Mhp.... ahh no tan fuerte -sugirió tratando de separar al mayor de aquella zona
-¿por qué?... yo quiero marcarte ¿sabes?... Te deseo...-comento sonriendo de lado
-umm...-reprimió un gemido mordiéndose su labio inferior
Inuyasha prosiguió con su travesía de besos hasta llegar al diminuto ombligo; hundió varas veces su lengua, sacando exclamaciones eróticas de su ahora amante.
-No solo tu voz se escucha bien al cantar... también tus gemidos son música para mis oídos llevo una mano al pezón derecho del cantante y dio ligeros pellizcos, mientras Sesshomaru aferro sus manos a la plateada cabellera de aquel hombre
-Ahh...-gimió aun más fuerte
Sintió aquellas manos en su cabellera y eso lo indujo a continuar. Desabrocho la perilla del molesto pantalón y después lo retiro con prisa.
En aquel lugar desolado, tan solo se escuchaban sus fuertes respiraciones y jadeos... aquellos inundaban por completo el lugar. Inuyasha succiono el miembro de Sesshomaru a través de la ropa interior, esto provoco que de la garganta de el saliera un incontenible gemido.
El mayor sonrió con malicia para luego poco a poco retirar los interiores del cantante. Cuando lo hizo, pudo ver aquella erecta hombría, tan necesitada de atenciones.
- Vaya... alguien esta ansioso –comento burlonamente susurrándole en el cuello
El joven tembló de deseo... era verdad... estaba... algo ansioso...Sus mejillas se ruborizaron al oír esas palabras.
-Jeje... ¿di en el clavo?- pregunto con lasciva sonrisa en su rostro a lo que sesshomaru asintió con un moviendo de cabeza entrecerrando sus ojos dorados
Tomo la virilidad con su mano y comenzó a masajearla, arriba- abajo, abajo- arriba; sin detenerse un solo segundo. Aquellos jadeos se volvían su éxtasis a cada instante, haciéndolo desear entrar de una vez en aquel apetitoso interior.
-mmm... Inuyasha... mmm- susurro comprimiendo sus gemidos...
-¿Que pasa pequeño?...-Pregunto levantando su mirada para verlo los ojos
Y al hacerlo se tomo con aquella sonrojada carita de ángel, con aquellos grandes ojos finos entre cerrados, con... aquellos labios rojos, encendidos por la pasión...
Esa boca fue su perdición no pudo contenerse, ni tampoco deseaba hacerlo, lo beso con furiosa lujuria introduciendo su lengua en ella, enredándola contra la lengua habitante de esa dulce cueva...
El momento pudo ser eterno... más el aire es escurridizo...
-Ah, ah...Inuyasha... no puedo más...- dijo al recuperar algo de oxigeno y al sentir aquellas punzadas en su virilidad.
-No... Todavía no, ángel- pidió Inuyasha a la vez que lamía tres de sus dedos de la mano derecha- todavía no me he venido... Quiero que lo hagamos juntos...
-Que termine un momento precioso
y le suceda la vulgaridad,
y nadar mar adentro
y no poder salir.-
Después de lubricar sus dedos, metió uno por uno en la cavidad del joven. Tres de sus dedos se movían en aquel apretado interior tratando de ensancharlo un poco para que su erecto y grueso falo pudiera entrar.
El artista sintió un agudo dolor en su interior, pero a la vez sintió un inmenso placer. Rodio el cuello de inuyasha con sus brazos, totalmente fuera de si, sin saber exactamente lo que hacia.
-Ya... ya solo mételo... te necesito adentro...Ahh- gimió involuntariamente, perdió cualquier mili centímetro de cordura que tal vez quedaba
-En la prisión del deseo estoy
Junto a ti.-
Sin vacilar hizo caso a las peticiones, metiendo de una sola estocada su miembro. Esa estreches asfixiante que si miembro sentía, lo envolvían en un placer inigualable, sintiéndose como un animal encelo.
-AH!- grito sin poder evitarlo sesshomaru al sentir el falo de aquel desconocido-Ah, ah, ah- Gimió al compás de las envestidas.
-Y por fin he encontrado el camino
que ha de guiar mis pasos,
y esta noche me espera el amor
en tus labios.-
Inuyasha, lo marco y lamió a su santo gusto, pellizcando y torturando aquellos rosados y adoloridos pezones. Sesshomaru, solo podía gemir sin control, aferrandoce a la fornida espalda de aquel hombre que... "por esta noche" lo poseía...
-Más, más fuerte...- gimió sin autocensurarse
-Como órdenes... mi hermoso angelito- susurro Inuyasha introduciéndose con más fuerza, chocando sus testículos con las nalgas del joven que se derretía en sus brazos.
-De cada mirada, por dios,
ardía el recuerdo en mi interior,
y nadar mar adentro
y no querer salir.-
Sentía como su miembro se abría paso galantemente por el interior de su nuevo amante, el escuchar el estrepitoso sonido de sus testículos chocando contra las caderas del menor era algo incitante... tanto que sentía como pronto llegaría a su orgasmo
-Ahh!- gimieron al unísono esparciendo sus semillas, uno en el vientre de ambos y otro... en el interior del primero.
Al recuperar un poco la cordura se besaron con fogosidad...
En la prisión del deseo estoy.
En la prisión del deseo estoy
junto a ti.
En la prisión del deseo estoy
JUNTO A TI!.
…
- Disculpe señor, ¿desea otra cerveza?
Inuyasha espabilo y vio que aquel joven cantante aun se hallaba en el escenario... todo había sido una ilusión, una fantasía con aquel ser embriagante. Miro a la camarera y sonrió, pidiéndole otra bebida y que además le hiciese entrega de un pequeño papel al joven de la tarima.
Y que en el papel diga
<<La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad, es creación y osadía.... has sido mi fantasía de esta noche... gracias por concederme ese grato honor>>
Sesshomaru leyó la nota en su camerino, sus mejillas se sonrojaron e imagino que el autor de la nota era aquel joven peli plata.
- Espero poder hacer algún día tu fantasía realidad.-dijo viendo por la ventana
…
Inuyasha, que se dirigía camino a su casa se detuvo, miró hacia el local, sonrió… y dándose vuelta, juro hacer su fantasía realidad
…
¿Fin?